viernes, 3 de agosto de 2012

Niños de ayer y de hoy

Recién leía las novedades sobre la escuelita, y que las cosas que juntamos están cerca de los pequeñines, y además de invadirme la misma emoción que a todas, me puse a pensar qué poco falta para el día del niño.
Como ya se habrán dado cuenta, siempre hablo de niños, porque hace muchísimos años que convivo con ellos, en la vida y en el colegio.
Mis alumnos siempre tuvieron once años, porque siempre fui maestra de sexto, y a veces con dolor compruebo que mis primeros alumnos a esa edad, eran niños, los que tengo desde hace cinco o seis años, son pre-adolescentes... apurados por crecer, alborotados hormonalmente, de fiestas hasta tarde, de salidas con problemas existenciales de "qué me pongo y de qué marca es"
No saben la pena que me da todo esto! No sé cómo explicarles que se queden en la infancia todo el tiempo que puedan, que la vida pega duro en cuanto crecemos un poco, que habrá mucho tiempo para tener novios, pintarse, tomar alcohol, salir a bailar y que, irremediablemente, cuando se sientan adultos tendrán unas ganas irrefrenables de volver a la infancia, cosa que será técnicamente imposible!
Es una lástima que no lo puedan entender ahora, que me miren asombrados con cara de "Ah! vos no entendés nada!". Les digo siempre, que la adolescencia es una bella etapa, totalmente disfrutable si uno la maneja y no se deja manejar por ella, pero es relativamente breve (y cuando no lo es, y sigue eternamente, se parece bastante al ridículo), pero que es allí donde lo que no preocupaba, empieza a preocupar, lo que ni siquiera habíamos tenido en cuenta, empieza a ser un obstáculo...
Mientras tanto, miro a los demás chiquitines de los otros grados, que ya están pensando en la fecha que se viene, nerviosos y expectantes... mientras tanto, sueño y ruego con que cada niño en la Argentina, tenga un regalito, por mínimo que sea... mientras tanto, pienso con qué hacerlo feliz a Genaro y sonrío porque sé que "nuestros" 32 chicos, abrirán una bolsa que les lleva nuestro regalo y el extra de nuestro amor por ellos.
Para terminar, viene a mí esta frase:

Cuando crezca yo quiero ser un niño.
Joseph Heller

Buen fin de semana!

9 comentarios:

  1. Cuánta razón Andre! Un beso grande. (Qué lindo es leerte tan apasionada con tu vocación).

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  2. Que lindo tu post!! Ojalá todos los niños puedan disfrutar su dia. Y que bueno seria eso que decis, que no se apuraran en crecer y aprovechen esos años infantiles, que son tan lindos..
    buen finde!

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  3. Qué bonito post! Yo también veo en la escuela secundaria como los chicos (y sobre todo las chicas) del primer año tienen actitudes de personas más grandes y se ponen en situaciones que no pueden manejar. Es todo un desafío para los docentes y para los padres también, proteger la infancia de nuestros hijos y alumnos.
    Besos Andre!

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  4. Precioso post Andrea! Coincido totalmente.

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  5. No sé si todos los chicos de sexto son así, tengo u varón de 11 en casa y por suerte, todavía está bastante lejos de lo que vos contás, a lo mejor depende del tipo de escuela, del barrio, de las compañías... A las nenas sí las veo más apuradas por crecer, veo madres muy preocupadas por si sus hijos van a ir a bailar en el viaje de egresados, disfrazándolas de grandes, por ejemplo.
    Y con el tema escuelita, espero pronto tener alguna novedad! Y empezar a laburar para el próximo envío.
    Te mando un beso grande!

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  6. Admirable el trabajo que hicieron. Felicitaciones!!
    Con el otro tema, creo que los chicos conocen y viven la realidad de los adultos desde tan chicos, que la inocencia se va perdiendo muy rápido... ¡¡eso me entristece tanto!! Por eso son tan lindos estos actos de amor que hacen que esa magia se estire un poquito mas.
    Cariños Barbara

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  7. Para mí hay un abismo entre mis nenas de 7 y mis enormes de 11, sí.

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  8. Hum! Andrea, pensé que era solo en mi ambiente que se vive esas ansias por crecer a los 10 años!!! esa pre adolescencia que llega tan rápido y con una superficialidad que no entiendo. A veces pienso que es crianza, pero ya no sé. Será esperar a que tenga hijos y viva de primera mano los afanes del mundo en los nuevos niños, espero no equivocarme.

    Un abrazo

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