Genaro en la salita parece pensar: "¿Qué hacen las dos juntas acá?"
"Me voy al auto con mis abuelas"
Antes de que naciera Genaro, un par de amigas que ya tenían credencial de abuelas me decían: "Ya vas a ver lo que es, preparate porque no se parece a nada. Es maravilloso!" Llegué a escuchar: "Los querés más que a tus hijos" y cuando ven la cara de signo de pregunta que uno pone, aclaran: "Bueno, los querés diferente porque los disfrutás más". No es que no les creyera, pero para mí es como quien pretende explicarme lo que se siente por un hermano. Los escucho, puedo verlo, me doy cuenta de que debe ser fuerte, pero no lo siento, ni nunca lo sentí. Eso me pasaba con lo del nieto.
Pero un día nació, y me dieron unas ganas locas de llamarlas por teléfono y decirles: "Che, se quedaron re- cortas". Y yo, que cuando alguien dice en un discurso: no tengo palabras para... pienso: Esmerate y armá una oración, me quedé sin palabras... Es sólo sentir: ternura, alegría, niñez. calidez, olor a nuevo, canciones de cuna, manitos perfectas...
Cuando Genaro llega a la mañana y me tiende los brazos, todo empieza a valer la pena, no hay música más armoniosa que su carcajada, no hay sensación más placentera que su beso de pegote de caramelo...
Y cuando escucho ocasionalmente a alguien que no conozco y dice que va a ser abuela por primera vez, me veo obligada a decirle: "Escuchá todo lo bueno que te digan y preparate, porque es 5.000 veces más maravilloso!
Andre
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