Hace unos años, en un curso de perfeccionamiento, el disertante contó que cuando era profesor de primer año de secundaria, volvía locos a los chicos con no tirar papeles al piso, y tener sus útiles ordenados. Hablaba con la directora, totalmente defraudado con que los chicos no lo escuchaban, no le hacían caso y volvían a tirar papeles. "Caso perdido" decía él, pero lo seguía repitiendo igual. Muchos años después, se encontró en la calle con uno de ellos, que le presentó a su mujer. Al escuchar el nombre del profesor la chica dijo: "Ah! ¿usted es el responsable que mi marido no tolere ver un papel en el piso y nos vuelva locos en casa con tener los libros ordenados? Mucho gusto". Helado se quedó este buen señor, pensando que al final, había valido la pena.
Esa misma sensación tengo muchas veces con mis alumnos, pero me acuerdo de esto, y sigo...
El martes, en el cole, hicimos una campaña con los chicos donde vendíamos ladrillos virtuales, para juntar plata y terminar el comedor que desde hace un año les estamos construyendo a nuestros ahijados de la escuelita de Misiones, y me emocioné profundamente al verlos trabajar, convenciendo a la gente que les comprara un ladrillo, sabiendo perfectamente que no recibirían nada para ellos por esa acción.
Y sí... vale la pena hablarles todo el tiempo del ser útil para el que nos necesita. Les conté lo que estamos haciendo con la escuelita de Santiago y sonrieron y quisieron ayudar también.
Y les hablo de la bandera y lo que se supone que debe ser la Patria para ellos. Les hablo... mucho, les hablo. A veces creo que le hablo a la pared, pero otras, como el martes, me doy cuenta de que para muchos no es en vano.
¿Quién sabe? A lo mejor algún día me los cruzo en la calle y la esposa de alguno me dice: "¿Usted es la responsable de que mi marido sea una persona tan solidaria?" y una vez más yo pensaré "Misión cumplida"
Qué bueno ma! Capaz que hasta aprender a abrir la puerta!
ResponderEliminarailaviu
Qué bonito post! Yo también soy docente y comprendo la sensación de estar hablandole a la nadaa. Pero sé que en algún lugar nuestras palabras se posan y empiezan a crecer. Y si los alumnos te salen como las hijas... te tenemos que hacer un monumento.
ResponderEliminarGracias Andrea por la oportunidad que nos estás dando!
Besos!
Bueno, acciones como esa, en la educación desde el principio son las que cambian el mundo. Yo siento que estamos cambiando el mundo, así sea solo el de 32 niños de una escuelita en medio de la nada.
ResponderEliminarUn abrazo
Mami, vos sabes que sos una idola para muuchos niños, y ya grandes que te han tenido de maestra, para todos los que conoci saaaalvo Tomás P. jaja
ResponderEliminarTe quiero ma!
Cómo te entiendo Andre! Creo que todos los que somos docentes como vos, sabemos que cada vez que sentimos que pudimos tocar en algo a nuestros alumnos, vale la pena TODO!
ResponderEliminarBesos! ♥